Los acontecimientos que rodean el supuesto embarazo de Meghan Markle y el nacimiento de Archie están rodeados de contradicciones con la historia oficial. El padre de Meghan afirmó recientemente que se había sometido a una histerectomía, lo que desató la especulación de que podría haber recurrido a una gestación subrogada. Estas dudas se han visto alimentadas por las acusaciones de que Meghan utilizó una prótesis de panza de embarazo, que supuestamente se vio resbalarse en público.

Revelación conmociona a Meghan Markle Revelan pruebas de gestación subrogada de Archie y Lili

La decisión de Meghan de dar a luz en un hospital no tradicional, los informes sobre el momento del parto en casa de Archie y el hecho de que Harry fuera visto en público poco después de romper con las normas reales. La primera aparición pública de Archie, envuelto en una manta, generó escepticismo ya que no había una vista clara de él. Los Sussex solo han publicado fotos manipuladas que muestran a la Reina sosteniendo a Archie y otra de él de espaldas a nosotros, que algunos creen que podrían haber sido tomadas de Google Images.

La ausencia de fotos públicas del bautizo y de detalles sobre la vida social de Archie alimenta aún más las sospechas. El aparente secretismo se extiende a la falta del nombre de uno de los médicos que supuestamente ayudó a Archie a nacer, lo que aumenta los rumores y las dudas.

Estas piezas indican una desviación del comportamiento real típico, lo que lleva a muchos a pedir transparencia. Los frecuentes viajes de la pareja sin sus hijos, a pesar de afirmar que tienen problemas personales, plantean preguntas sobre sus prioridades como padres. Parece que se menciona a sus hijos solo cuando es conveniente, a diferencia de otras familias reales que enfatizan los valores familiares.

Puede ser una imagen de 2 personas Harry aboga por la salud mental y la presencia de los padres, pero sus apariciones públicas con sus hijos sugieren lo contrario. Hay preocupaciones sobre la seguridad de los niños en casa debido a los informes de consumo excesivo de alcohol y drogas. Es de esperar que las niñeras competentes proporcionen un amortiguador para los niños. Irónicamente, Harry, que condenó su educación real por frialdad emocional, podría estar creando un entorno similar para sus propios hijos.

A pesar de sus intenciones de privacidad y normalidad, las acciones de Meghan y Harry parecen inconsistentes con sus declaraciones públicas. El secreto que rodea los embarazos de Meghan amplifica la incredulidad y el cinismo del público. Las intenciones de la pareja parecen demasiado perfectas, lo que genera dudas sobre la autenticidad de sus relatos.

Es notable la ausencia de escenas transparentes y alegres que suelen acompañar los anuncios de bebés reales. En cambio, hay carretes cuidadosamente cronometrados, que recuerdan más a los lanzamientos de películas de Hollywood que a los anuncios reales. Esta falta de transparencia priva a sus hijos de su herencia real, convirtiendo sus vidas en una historia elaborada con Meghan como directora y actriz principal.

Las ramificaciones van más allá de la credibilidad individual y desafían a la institución centenaria construida sobre la sucesión hereditaria. La Reina, después de haber superado numerosos escándalos, ahora enfrenta un desafío posiblemente menor: una actriz que trata el Palacio de Buckingham como un mero montaje escénico. Las acciones de Meghan y Harry difundieron información errónea, poniendo en duda la legitimidad de sus hijos y su lugar en la familia real.

Si tuvieron hijos, el afecto del público por los bebés es innegable, pero ha pasado mucho tiempo desde que se compartió una foto genuina de Archie. El cambio de apariencia de Archie, de cabello castaño oscuro a un sorprendente tono rojo, se suma a la especulación. Además, las afirmaciones sobre la infertilidad de Meghan y los problemas de salud de Harry complican aún más la narrativa.

Se supone que la realeza terminó sus investigaciones sobre estos asuntos, pero el público sigue escéptico. Si Meghan y Harry mintieron sobre sus hijos, las implicaciones son graves, rayanas en el fraude criminal y la traición. El secreto en torno al certificado de nacimiento de Archie y la falta de transparencia en la vida de sus hijos solo profundizan la desconfianza.

La falta de familiaridad de Megan con las expectativas reales fue evidente desde el principio, y sus acciones han sido percibidas negativamente. Su exclusión de miembros de la familia de la boda, junto con sus controversias públicas, pinta un panorama dudoso. Su comportamiento durante las apariciones públicas con sus hijos a menudo parece extraño, lo que aumenta la confusión y el escepticismo del público.

Cuando Meghan anunció su segundo embarazo, resurgieron las preguntas sobre su proceso gestacional. Si bien las leyes de gestación subrogada en el Reino Unido complican las cosas, el comportamiento de Meghan y la falta de transparencia continúan alimentando la especulación.

Esta larga y continua telenovela ha llegado a su punto máximo, dejando al público harto de escuchar sobre Meghan y Harry. Si sus hijos existen o no es irrelevante; sus acciones han dejado en claro que la vida real no era para ellos. Es desconcertante que permanezcan en lo alto de la línea de sucesión y usen sus títulos a pesar de sus declaraciones en sentido contrario.

La persistente deshonestidad y manipulación de Meghan y Harry han causado una incredulidad generalizada. Si hubieran sido honestos sobre el uso de una madre sustituta, tal vez más personas habrían